El año en que los «smartphones» se curvaron

La feria de Barcelona deja una serie de tendencias que prometen revolucionar el sector y nuevos dispostivos móviles como el Samsung Galaxy S6, la estrella del evento este año, que apuesta por fin por el metal como material de fabricación

Detalle del LG G Flex 2

Se acabó la Feria. Y después de cinco días de presentaciones, prisas, caos circulatorio y azafatas por todas partes, la normalidad vuelve poco a poco a Barcelona, capital mundial de la telefonía móvil y las comunicaciones. Es tiempo para hacer balance y analizar lo bueno y lo malo que nos ha dejado esta edición del Mobile World Congress, la de mayor participación (90.000 asistentes) de todas las celebradas hasta ahora. En general, el balance es positivo. Los grandes fabricantes, salvo algunas excepciones, han hecho un auténtico despliegue de dispositivos y tecnología. Y ha quedado claro hacia dónde quiere ir la industria y los dispositivos que iremos viendo a lo largo de 2015.

Lo mejor

Se instalan las curvas. Las curvas han llegado para quedarse. Y así lo demuestran las ofertas de algunos de los mayores fabricantes, como Samsung o LG. El primero, con la versión Edge de su nuevo Galaxy S6. Y el segundo con una firme apuesta por los terminales curvos, como el nuevo G Flex 2. Con su nuevo producto, Samsung se acerca más que nunca a Apple con un terminal que se convertirá, sin duda, en todo un «objeto del deseo» digno de la firma de Cupertino. Y LG hace alarde de una tecnología exclusiva que le permite curvar no solo la pantalla, sino también la placa base y las baterías.

Mayor delgadez. Para muestra, un botón. La firma japonesa Sony es la única de los «grandes» que ha apostado fuerte por los tablet en esta edición del MWC. Con apenas 6.1 milímetros. de grosor y 392 gramos de peso, el Z4 Tablet es, por ahora, el rival más fuerte nunca presentado para competir con los iPad de Apple. En esa lucha por adelgazar los terminales se metió el Gionee Elif S7., de solo 5.5 milímetros. Todo un logro.

Móviles y fotografía. Las cámaras de los móviles son cada vez mejores. y a la carrera se ha sumado ahora un fabricante de cámaras, Panasonic, con su nueva Lumix CM 1, un dispositivo híbrido entre cámara y móvil que recuerda, aunque mejora, los que existían hasta ahora. Por un lado, en efecto, encontramos un smartphone con pantalla de 4,7 pulgadas, basado en Android. Por el otro, una óptica Leica de 20 megapíxeles y sensor de una pulgada capaz de grabar vídeo en 4K. Es decir, toda una cámara compacta y unida a un smartphone de altas prestaciones.

Hacia redes más rápidas. El sector sigue avanzando y se nota ya el «hambre» de redes más rápidas que permitan lucirse tanto a los dispositivos como a los nuevos servicios. Con la vista puesta en el 5G, que llegará en 2020, operadores y fabricantes intentan aprovechar al máximo toda una serie de tecnologías intermedias y capaces de exprimir hasta la última gota de conectividad a las actuales redes 4G. Un buen ejemplo fue una demostración de Telefónica en la que logró velocidades de descarga de hasta 375 Mbps.

La «Caja escuela» de Vodafone. Pesa 52 kilogramos. y en su interior hay 25 tablets y todo lo necesario para montar, en apenas 20 minutos, un aula digital completa: proyector, altavoz, conexión 3G... Todos los componentes se cargan a la vez, dentro de la caja cerrada. Y con 8 horas de carga la escuela ya está preparada para funcionar durante un día entero en entornos en los que no hay electricidad ni conexión a internet.

Lo peor

«Wearables» repetitivos. Sí, es cierto. Los dispositivos «wearables» están de moda y son tendencia. Pero eso no significa que tengan que ser, por fuerza, todos iguales... Y salvo honrosas excepciones, eso es exactamente lo que se ha visto en esta edición del Mobile World Congress. Smartbands y relojes inteligentes. Por docenas, todos parecidos, cortados por un mismo patrón y con idénticas carácterísticas. ¿Dónde queda la imaginación?

Mark Zuckerberg. Igual que el año pasado, el dueño de Facebook pasó por la feria como si fuera una estrella del rock. Pero esta vez, sin embargo, su ponencia dejó a todos con una extraña sensación de «esto ya lo había oído antes». Más guerra con los operadores, más promesas sobre un Internet.org que no acaba de materializarse y, en definitiva, nada nuevo, relevante o especialmente destacable bajo el sol. Nada, excepto el motivo principal para su regreso este año a Barcelona: el jamón.

El «cargador pornográfico». Se llama Wank Band, y basta con poner la palabra «wank» en un traductor para darse cuenta de qué va la cosa. Se trata de una pulsera-cargador, que se puede conectar al móvil, el tablet o el ordenador para suministrar a nuestros dispositivos una ración extra de batería. Lo malo es la "técnica" necesaria para cargar la propia pulsera, que se basa en el movimiento de la muñeca. Cuanto más deprisa, más energía. El artilugio fue presentado por la firma Porn Hub, especializada en páginas pornográficas. La pulsera está pensada para que los usuarios la carguen mientras ven los vídeos del site... Sobran las palabras...

Lo que se quedó en el tintero

La gama alta, incompleta. No todos los fabricantes decidieron enseñar este año sus buques insignia. Es el caso de Sony, que finalmente no dejó ver su esperado Z4, o de LG, que ha preferido, también, reservarse su G4 para mejor ocasión. Tampoco HTC ha hecho gala esta vez de un terminal totalmente nuevo. Su ONE M9, en efecto, es poco más que una versión mejorada (cámara y procesador) del anterior M8. Puede que también la marca taiwanesa se esté reservando para más adelante.

La moda llega a los «wearables». A la espera del smartwatch de Apple, que tardará aún un par de meses en llegar, los fabricantes parecen haberse dado cuenta de que los «wearables» no son solo tecnología, sino también moda. Y si los primeros relojes inteligentes eran feos (digámoslo claramente), sus nuevas versiones se preocupan cada vez más por la estética. Ahí está, por ejemplo, el nuevo Urbane de LG, o el Smartwach de Huawei, que unen a la tecnología carcasas de acero, diseño y correas de piel.

¿Dónde están los tablets? Dejando aparte algunas honrosas excepciones, como Sony, ninguna de las grandes firmas hizo especial hincapié en los tablets, que prácticamente han desaparecido en esta edición de la feria. Y no es que no los hubiera, que en los stands los había, sino que ninguno (o casi ninguno) de ellos mereció los esfuerzos de los departamentos de marketing de los fabricantes ni logró acaparar la atención de la prensa especializada.

Las tendencias

Sistemas biométricos avanzados. La seguridad en los móviles es cada vez más importante. Para proteger nuestros contenidos, hace un año desembarcaron los lectores de huella digital, pero este año hemos podido ver cómo la industria va un paso más allá. ZTE, por ejemplo, ha presentado su Grand S3, el primer terminal que se vende con un sistema de reconocimiento de iris. Y Fujitsu mostraba en su stand un prototipo con la misma tecnología. A partir de hora, los móviles se desbloquearán con solo mirarlos.

Despega la gama media. Se acabó eso de que los teléfonos de gama media son malos. Si para algo ha servido esta edición del Mobile es, en efecto, para demostrar que no hace falta gastar más de 200 ó 300 euros para tener un «smartphone» con todas las prestaciones. Los mejores ejemplos, quizá, sean los de Sony, con su Aqua M4 (299 euros), Motorola con su nuevo Moto E (129 euros) o los de Microsoft, con su Lumia 640 (169 euros).

Llega la realidad virtual. Y esta vez lo hace para quedarse. Tras largos años de amagos y anuncios que no terminaban de materializarse, varios fabricantes se han decidido a presentar sus propias gafas VR. Es el caso de Samsung, que mostró una versión de sus Gear VR adaptada para el nuevo Galaxy S6, pero también de HTC, que sorprendió al anunciar una alianza con Valve y sus gafas HTC Vive, que estarán disponibles en los próximos meses.